Cómo sobrevivir al grado en Traducción e Interpretación y disfrutar del intento

Si te has decantado por los estudios de Traducción e Interpretación, sea en la facultad que sea, seguro que estás interesado en esta tarea intercultural de recorrer varios mundos casi sin moverte de tu silla. Normalmente, trabajarás con tres lenguas, la A, la B y la C. La A es la lengua del país donde estudies, la B será tu primera lengua extranjera y la C tu segunda lengua extranjera.

Con el objetivo de que saques el máximo partido a estos cuatro años y te ubiques en el itinerario, hoy te damos diez consejos para que disfrutes del camino y vayas progresando.

  1. La primera actitud que debe acompañarte durante todo el proceso de estudio y, después, en tu ejercicio profesional, es la curiosidad. Un traductor siempre está dispuesto a descubrir nuevos mundos, ya sea a través de un nuevo tema, terminología desconocida o diferentes áreas de especialidad.

Para cultivar esta actitud, comienza por seguir de manera habitual los principales medios periodísticos de los países donde se habla tu combinación lingüística. La escucha habitual de la radio, por ejemplo, te ayudará a familiarizarte con la jerga política o la fraseología del mundo de las artes, facilitándote todo esto tu fluidez comunicativa y tu riqueza léxica.

2. Aprovecha cada etapa de la carrera y céntrate muy bien, en los primeros momentos, en captar las principales ideas de la disciplina. Cuando comienzas el grado, lo normal es que quieras ponerte a traducir como un loco, pero antes es necesario que descubras los principales postulados de la disciplina. Las asignaturas como Fundamentos de la TeI, Documentación para la Traducción y la Interpretación y Lingüística te darán claves importantes para el resto del grado. Quizás nadie te avise de la importancia de estas asignaturas troncales, pero te aseguramos que la solidez de estas materias te ayudará a tomar las decisiones diarias en las que un traductor e intérprete se ve envuelto: adaptación en la situación comunicativa, empatía con el receptor del texto escrito u oral, uso de sinónimos, aclaraciones, riqueza de las estructuras gramaticales, etcétera.

Aprovecha bien las sesiones teóricas, aunque tengas muchas ganas de traducir, pues es importante que aprendas las teorías imperantes hoy en día en la TeI, como por ejemplo el funcionalismo. Aprende también de los enfoques superados hoy en la disciplina, como el de la literalidad. Este bagaje será el que te ayude a analizar la pertinencia de uno u otro enfoque en función del encargo de traducción futuro.

3. Interioriza bien las etapas de un proceso de traducción. La andadura traductológica comienza por la documentación. Este elemento es el que aporta veracidad, soltura y consistencia a nuestras traducciones. Los traductores no podemos ser expertos en todo, pero sí debemos saber dónde buscar información de calidad para cada ámbito en el que traduzcamos. En este sentido, te recomendamos que, en primer lugar, comiences a diferenciar lo que es una fuente de calidad de la que no lo es y que, en segundo lugar, te hagas con un pequeño repositorio de recursos clasificado por temas específicos o por ámbitos de especialidad, esto es, sanitario, cultural, jurídico, económico, medioambiental, etc. Como sabemos que la carga de trabajo es grande y, más aún, la exigencia, te proponemos que vayas recopilando materiales de consulta fiables en grupo, con dos o tres compañeros con los que trabajes bien y en los que confíes.

A través de carpetas compartidas en la nube, podéis ir organizando vuestros propios repositorios de recursos (glosarios temáticos, fichas terminológicas, diccionarios monolingües y bilingües de interés, tanto en línea como en formato físico) a los que acceder a golpe de ratón.

4. Esfuérzate en todo momento por crecer en tu lengua A. Un aspecto que no debes pasar por alto es el de estudiar en profundidad tu lengua A, que pongamos que sea el español.

Si haces traducción e interpretación directa, la fluidez de tus textos y comunicaciones será un buen indicador de que produces textos con naturalidad. Para ello, sigue leyendo cada día documentos en tu lengua A, incluyendo tipologías textuales diversas que vayan de un ámbito a otro. Lee novelas, lee periódicos, lee artículos de investigación, manuales, explora las redes sociales para observar los cambios contemporáneos en nuestra lengua y no te olvides de consultar periódicamente los cambios que las instituciones lingüísticas van incorporando.

5. Desgrana con detalle los textos especializados. ¡Aquí viene lo fuerte!

Una vez que has cursado los dos primeros años de grado y has cursado con éxito las asignaturas de lengua, cultura y sociedad y demás herramientas básicas para situarte en el universo de las lenguas, ya estás preparado para enfrentarte a toda tipología textual, ya sea una sentencia de divorcio, un ensayo clínico, un ensayo filosófico o un manual de instrucciones.

Te adelantamos que te dará emoción a la vez que respeto. No te preocupes, es eso precisamente lo que debes sentir, la alegría por haber llegado a trabajar con textos con mucho jugo y la responsabilidad por hacerlo bien y producir una buena traducción. Recopila todos los recursos anteriores, tómate un buen tiempo para documentarte, desgrana el texto origen si lo necesitas y, después, lánzate a traducirlo con esmero. Normalmente vemos jurídica-económica y científico-técnica, con una especial mirada a la traducción médica, para la que encontramos gran variedad de recursos a nuestra disposición. Si no los conoces todavía, te invitamos a echar un ojo a Cosnautas, TREMÉDICA o el DTME.

6. No te olvides de las nuevas tecnologías. Al contrario de lo que piensan muchos hombres y mujeres de letras, la informática y la ofimática serán nuestras grandes aliadas. Por ello, conviene llevarse más que bien con ellas. Te contamos.

Alrededor del ecuador de los estudios de TeI, comenzarás a cursar asignaturas del tipo Informática para la Traducción o Traducción de Software y Páginas Web. Es inconcebible que un traductor e intérprete no eche manos de las herramientas que el mundo actual pone a su disposición. Si bien depende del tipo de traducción que hagas, hoy día no hay traductor que no use, como mínimo, la web para documentarse sobre los temas que traduce.

Te animamos, de igual forma, a que saques el máximo partido a las herramientas de traducción asistida, las famosas CAT Tools, porque te ayudarán a aumentar tu productividad, lo que hará que puedas asumir de manera competente más encargos de traducción en el futuro. Puedes ir, poco a poco, conociendo estos entornos de traducción asistida por ordenador con herramientas gratuitas como Wordfast.

7. Los últimos cursos se dedican a la interpretación, ya sea en su modalidad consecutiva, bilateral o simultánea. Para estas asignaturas, que suelen despertar mucho miedo por los entornos de estrés que generan entre los estudiantes, te recomendamos que practiques, te grabes mientras interpretas y escuches después para analizar tus intervenciones. Utiliza para practicar los repositorios de recursos que encuentras en línea, como el de la Unión Europea o el de la Universidad de Vigo. Si agotaras todos estos recursos, siempre puedes practicar con otros discursos reales accesibles a través de Youtube.

Te recomendamos, además, que practiques  con compañeros, con los que podrás intercambiar sensaciones y estarán en el mismo punto que tú. Esto también te ayudará a soltarte más y más, especialmente importante en entornos de interpretación con personas, como la modalidad bilateral, que es muy diferente a la interpretación en cabina.

8. No te olvides, en la medida de lo posible, de realizar estancias en el extranjero mientras estudias el grado. La oportunidad de desenvolverte en los países donde se hablan tus lenguas de trabajo te dará una sensación de realidad muy necesaria mientras cursas el grado. La traducción y la interpretación van mucho más allá de las aulas y requieren de una sensibilidad y apreciación culturales que también se adquieren más allá del ejercicio intelectual de la traducción.

Será importante que adquieras un sentido de la cultura, la religión y la vida diaria de los países que visites, intentando comprender los procesos de cada comunidad y las posibilidades de mediación lingüística y cultural.

9. Disfruta del Trabajo Fin de Grado y sácale el máximo partido. Normalmente este apartado final de los estudios de TeI también despierta un poco de miedo y estrés, pero es importante que lo planifiques con tiempo y lo centres en un tema que te apasione.

Nunca sabes si darás con un tema con el que quieras continuar profundizando en un futuro, redactando artículos de investigación, exponiéndolo en congresos o, quién sabe, embarcándote en una tesis doctoral.

10. Hazte con tu kit de supervivencia básico. Además de todo lo recopilado anteriormente, te recomendamos contar con un kit de herramientas básicas, esas que te salvan la vida, traductológicamente hablando, casi a diario. Hay herramientas de consulta realmente imprescindibles y que te recomendamos apuntar: el diccionario de la RAE, el María Moliner, el panhispánico de dudas, la Fundéu…

En Al Magreb, por la naturaleza de los textos que traducimos, del árabe al español, no podemos vivir sin el diccionario de Cortés, el de Corriente o el jurídico de Manuel Feria

Escrito por: Elisa Barbero, estudiante en practicas de la UNED en Al-Magreb Traducciones.

Las paredes de la Alhambra de Granada están repletas de inscripciones en árabe. ¿Tienes curiosidad de saber lo que significa? Abunda el lema de la dinastía de los nazaríes: «No hay vencedor sino Alá», que se repite por toda esta maravillosa ciudad palatina única en el mundo.

El pasado árabe de la Península Ibérica nos dejó maravillas que nos recuerdan lo que a veces tendemos a olvidar: hace siglos, en nuestro territorio, hablábamos la lengua del Corán.

Para no olvidarlo tenemos cientos de monumentos en los que podemos encontrar grabados diferentes textos: desde poesías, versículos coránicos… hasta simples palabras sueltas, todo tallado con motivos vegetales y geométricos, sus elementos predilectos; palabras ornamentales que transmiten belleza y que expresan un significado.

Y como ejemplo de esto encontramos la Alhambra, ya que su singularidad artística radica en los interiores de los palacios nazaríes, cuya decoración está entre las cumbres del arte andalusí, pero descifrarlo no es una mera labor de traducción.

Para los que no lo sepan, el árabe que está escrito en sus muros es el árabe clásico por lo que hablar árabe no significa que se pueda entender automáticamente lo que está escrito. Se puede leer, pero también hay que estar familiarizado con la ornamentación que lo acompaña.

Los epigramas más frecuentes relatan las hazañas y conquistas de los sultanes, la excelencia de sus construcciones y, por encima de todo, aquellos que contienen la leyenda “Wa-la galib illa Allah” (ولا غالب إلا الله), el lema de la dinastía nazarí que significa “No hay más vencedor que Alá”. Para los lectores de la época, aquello era, sobre todo, un recordatorio de quién les gobernaba.

En segunda posición, después de las inscripciones a mayor gloria de los gobernantes, se encuentran palabras sueltas, llamadas votivas, como«felicidad» o «bendición» o para ensalzar al sultán, los cuales se repiten cientos de veces en el edificio como herramienta publicitaria.

Por último, hay inscripciones coránicas y leyendas poéticas. Así, podemos encontrar en el conocido Patio de los Arrayanes un poema de 12 versos dispuestos sobre los pórticos que rememora la conquista por los árabes de Algeciras («A espada y a la fuerza en Algeciras entraste, abriendo puerta antes cerrada») o, en la sala de Dos Hermanas, existe un poema de 24 versos encargado por el sultán Muhammad V con motivo de la fiesta de circuncisión de uno de sus hijos.

Sin embargo, no todos tiene una interpretación exacta y resulta un tanto compleja y, a la vez, abierta. Como ilustración de esto, en el Salón de Comares, se puede leer: ‘Sé parco en palabras y saldrás en paz’. En ese lugar los visires recibían embajadas o personajes importantes por lo que se puede interpretar muy libremente, aunque podemos entender que es mejor ir al meollo de la cuestión y no tener problemas.

Estos textos en el palacio y en el resto de la ciudad han sido, desde la conquista de Granada por los Reyes Católicos en 1492, motivo de interés en el significado y por ello encargaron su traducción.

Los primeros versos los tradujo el médico y morisco granadino Alonso del Castillo en 1564 y recopiló algunos poemas. En la actualidad, Juan Castilla Brazales, arabista e investigador científico de la Escuela de Estudios Árabes del CSIC, ha catalogado las 10.000 inscripciones de la Alhambra al frente de un equipo de una docena de personas. El proceso ha supuesto localizar, traducir, vincular con leyendas similares, fotografiar y dibujar todas y cada una de ellas, realizadas sobre tres tipos de materiales: madera, yeso y piedra.

Sin duda, la Alhambra es una de esas cosas que nos seguirá maravillando durante los siglos venideros y disfrutaremos de su belleza e historia. Si aún no has visitado este magnifico lugar, aprovecha para hacer un poco de turismo nacional, no te arrepentirás.

Aquí os dejamos un enlace a una página web donde podéis encontrar algunos de los poemas que se encuentran en sus muros:

https://www.alhambradegranada.org/es/info/poemasepigraficos.asp

Fuentes:

https://www.bbc.com/mundo/noticias-38300267

https://elpais.com/cultura/2016/10/28/actualidad/1477662328_104120.html