Son muchos los compañeros que desean presentarse al examen que convoca de forma bianual la Oficina de Interpretación de Lenguas. Como muchos sabréis, es un examen que presenta muchas dificultades y, por lo general, no existen muchos recursos para prepararnos el examen en la especialidad de árabe. Por eso, he pensado compartir todos los recursos de los que dispongo, tales como textos de la facultad, glosarios, etc. En mi caso particular, estudié en la Facultad de Traducción e Interpretación de la Universidad de Granada, donde cursé las asignaturas necesarias para la obtención del nombramiento como traductora jurada. Además, tuve la suerte de formarme en traducción jurídica con magníficos profesores como Manuel Feria García, entre otros.

Conforme organice todo el material del que dispongo (hace bastantes años que terminé la carrera y reorganizar los apuntes lleva su tiempo) lo iré compartiendo en este blog. Espero que sea de utilidad para todos.

Como muchos sabrán, el examen consiste en 3 pruebas:

1. Prueba tipo test de conocimientos gramaticales y terminológicos en castellano.

2. Con 3 partes:

  • Traducción directa (sin diccionario) de un texto periodístico o literario.
  • Traducción inversa (sin diccionarios) de un texto periodístico o literario.
  • Traducción directa (con diccionario) de un texto jurídico o económico

3. Prueba de interpretación consecutiva.

Requisitos:

– Ser mayor de edad.

– Tener nacionalidad española o de otro Estado Miembro de la UE o EEE.

– Estar en posesión del título de licenciado o graduado (o un título homologado por el Ministerio de Educación).

*Consejos*

– No olvidarnos nunca de nuestra primera lengua: el español.

– Leer textos jurídicos en español y comprender el significado de la terminología primero en nuestra lengua.

– Practicar con los textos de exámenes anteriores que hay disponibles en la web del MAEC.

– Crear glosarios terminológicos.

– Practicar con textos reales y de actualidad.

Para empezar, os recomiendo los siguientes libros:

  • Manual de traducción jurídica árabe-español, Dr. Ziyad Mohammad Gogazeh y Dr. Ahmad Husein Al-Afifi.

Consiste en un manual con textos traducidos del árabe al español tales como certificados académicos, solicitudes, recibos, documentos notariales, documentos del tribunal islámico y de tribunales civiles, contratos, etc.

  • Diccionario jurídico español-árabe, Abdellatif Aguessim y el Diccionario de términos jurídicos árabe-español de Manuel Feria.

Se trata de dos diccionarios muy útiles para familiarizarte con algunos términos jurídicos.

  • Árabe de prensa. Método para la comprensión auditiva y escrita, Escuela de Traductores de Toledo.

La Escuela de Traductores de Toledo publicó una serie de cuadernos para traductores con textos traducidos. Este, en concreto, cuenta con un CD para practicar la comprensión auditiva. Perfecto para practicar la segunda prueba del examen.

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Traductor jurado, traductor juramentado, traductor público, traductor del ministerio, traductor oficial, traductor legal, traductor autorizado. Existe un gran desconocimiento sobre qué es un traductor jurado y cuales son sus características y es quizás una de las figuras más desconocidas del sector legal pero, ¿qué es realmente un traductor jurado?

Las traducciones de una lengua extranjera al castellano, y viceversa, solamente tendrás carácter oficial si han sido realizadas por un traductor que se encuentre en posesión del título de traductor-intérprete jurado. 

Un traductor jurado debe estar acreditado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España. Para obtener dicho nombramiento, el traductor debe pasar por una serie de pruebas de traducción e interpretación y dichas pruebas son convocadas por este Ministerio y, para acceder a dichas pruebas, se debe estar en posesión de la nacionalidad española. Una vez superadas, el traductor obtiene el nombramiento de traductor jurado del idioma elegido para su nombramiento. El título de traductor-intérprete jurado no confiere a su titular la condición de funcionario público ni supone el establecimiento de ningún vínculo orgánico ni laboral con la Administración Pública. Además, el traductor es libre de establecer la tarifa que desee por la prestación de sus servicios, ya que estas no están reguladas por el Ministerio.

El traductor jurado otorga validez legal a la traducción del contenido de un documento redactado en otra lengua y da fe de la traducción de cualquier documento mediante su firma y su sello, pero nunca dará fe de la veracidad de ningún documento original, ya que eso se atribuye a los fedatarios públicos que tiene la potestad de certificarla.

El traductor jurado se ha formado y especializado en términos jurídicos, administrativos y económicos, por lo que está totalmente capacitado para traducir documentos como actas de nacimiento, certificados de estado civil, actas de matrimonio y divorcio, sentencias, escrituras y actas notariales, poderes, etc. Actualmente la figura del traductor jurado se hace imprescindible debido a la globalización, el aumento del turismo y las migraciones, las importaciones y exportaciones, las estancias de estudios, el comercio, así como la internacionalización de empresas en países extranjeros. En todos estos sectores se requiere de un traductor jurado que traduzca los documentos necesarios para cualquier trámite en un país extranjero.

La Oficina de Interpretación de Lenguas (máximo órgano de la Administración del Estado en materia de traducción e interpretación de lenguas) publica en su web un listado en el que se puede consultar la lista completa de todos los traductores jurados que hay en España y en el que figura toda la información de contacto.

El traductor jurado deberá entregar al cliente la traducción grapada a la copia del original (nunca al original) y en papel. Cabe mencionar que, actualmente, el Ministerio ha autorizado a los traductores jurados entregar sus traducciones juradas en formato digital mediante firma electrónica, por lo que también cabe la opción de entregar la traducción solamente vía e-mail, y esta deberá ser igualmente aceptada en la administración u órganos judiciales.

En resumen, el traductor jurado no puede añadir, omitir ni modificar el contenido del documento original y debe realizar una traducción, correcta, fiel y completa.

Por último, cabe destacar que el traductor jurado siempre preservará la confidencialidad de los documentos y los datos personales de los clientes para cumplir con la Ley Orgánica de Protección de Datos.

En Al-Magreb, todos nuestros traductores han sido nombrados por el MAEUC de España, por lo que disponen de la correspondiente certificación oficial para dar validez a todas las traducciones que realizamos.